El blog de Finanzas Personales de Manuel Mata

El emprendedor debe soportar el impuesto del IVA cuando paga cosas (materias primas, material de oficina, etc.), pero lo repercute luego con las ventas. El neto repercutido menos el soportado es lo que el emprendedor debe pagar a Hacienda. Lógicamente se paga porque ese dinero nunca fue del emprendedor, sino que el emprendedor lo recauda para Hacienda y se lo guarda unos días, hasta que se liquida trimestralmente.

Una posibilidad que utilizan los emprendedores es la de financiarse con el IVA recaudado, siempre y cuando sea mayor el repercutido que el soportado. Un emprendedor puede financiarse con el IVA porque no deja de ser una deuda con un “proveedor”, que en este caso no es otro que Hacienda. Sin embargo, es una financiación muy precaria porque vence a los tres meses (en realidad sería una media de 45 días) y consiste únicamente en el 21% de lo cobrado en el trimestre (suponiendo que el emprendedor tribute al tipo máximo). Aún así, es una opción para obtener liquidez barata (gratis), cuando un emprendedor lo necesita de forma puntual.

Como el IVA se incluye en los importes de cuentas a cobrar de clientes y a pagar de proveedores, en las facturas queda recogido como parte la deuda. El crédito que el emprendedor tiene con el cliente incluye el IVA porque este ha dejado a deber el IVA en las facturas pendientes de cobro. El problema viene por el hecho de que tradicionalmente Hacienda hacía caso omiso de si se había cobrado o no la factura del cliente. Hacienda obligaba a liquidar el IVA aunque no se hubiera cobrado.

Precisamente una de las grandes demandas que se hizo a la famosa Ley de Emprendedores fue que se pudiera dejar pendiente la liquidación del IVA no cobrado a los clientes. Finalmente, el esperado IVA de caja, que entró en vigor el 1 de enero de 2014, permite a los autónomos y pymes retrasar el pago a Hacienda del IVA de las facturas no cobradas.

No hay que olvidar que la Ley de Emprendedores, aprobada finalmente en septiembre de 2013, también trajo una medida de calado para optimizar las finanzas de los nuevos emprendedores: la conocida como tarifa plana de 50 euros. Aunque hay mucho por hacer, estas medidas del gobierno favorecen que los autónomos y pymes de España puedan adaptarse mejor al entorno, dotando de mayor flexibilidad para gestionar sus finanzas.

Vía|Finanzas para emprendedores, Infoautonomos

Más información|Ayuda-T Pymes

Imagen cortesía de jarmoluk|Pixabay.com